Hace ya tiempo que quiero hablaros de cosas que han sido importantes en mi vida y decidí que como no hablo mucho de cine os diría cinco películas que me han marcado. Esto no es que son las únicas, más adelante seguramente haga más partes de películas que me han marcado, pero si pongo más de cinco por entrada, creo que se puede saturar.
Moulin Rouge
Si me seguís en redes igual lo sabéis ya. Es una película que llevo viendo desde que era pequeña y siempre me ha encantado. Crecí con ella y descubriendo todo lo que decía (y no decía) por el camino. Probablemente es la causa por la que amo tanto a Nicole Kidman y a Ewan McGregor. La banda sonora siempre ha estado conmigo, me hizo enamorarme de Elton John. No sé, es una historia muy dramática y, realmente, nunca he sacado algo muy fuerte de ella porque a mí los mensajes sobre amor me lo pasan por ahí, pero la historia siempre me ha parecido preciosa y el drama y los personajes y como los personajes son tan reales. Es que no son todos buenos o malos, sobre todo Zidler.
Por Siempre Jamás
Sí, otra historia de amor. Si no lo sabéis, esta es una versión de La Cenicienta con Drew Barrimore en el siglo XVI y es maravillosa. No hay fantasía, no hay magia, y es muy intensa, fuerte, omg, me están ganas de volver a verla. Puede llegar a doler. No sé ni qué decir porque me parece una película preciosa que todo el mundo debería ver, en serio. Si os lo preguntáis, el príncipe tiene muchísimo más protagonismo, no es un palo seco, y además está basado en un rey real de Francia. No sé, gente, vedla porque no tiene desperdicio. Incluso sale Da Vinci (vale que igual esto no tiene sentido, igual sí, no lo sé, pero es curioso y guay). Es que no puedo decir todas las cosas bonitas que tiene. A mí me marcó, aparte de lo precioso de la historia, porque, como ya sabemos, Cenicienta (que aquí no se llama Cenicienta, ni Ella) sale de su miseria y se convierte en princesa. Danielle es una mujer muy fuerte y logra sobrepasar todos sus problemas por ella misma. Es mi heroína.
Piratas del Caribe (trilogía)
No por nada son mis películas favoritas. No creo que pueda resumir ni explicar qué son estas películas para mí, pero voy a intentar decir algo. Me descubrieron a Johnny Depp, mi actor favorito ever (si os preguntáis, no lo defiendo con lo de Amber, y no merece la mitad de las cosas que tiene después de la acusación, pero siempre ha sido algo muy importante en mi vida y no puedo evitar que siga siendo parte de mí aunque no lo voy a defender ni a tratar como antes). Jack Sparrow trajo a mi vida algo que ningún personaje antes había hecho. Por él quería ser pirata y vivir aventuras. Y tenía un crush importante. Elizabeth, sin embargo, fue la que más me inspiró. Una mujer que empieza siendo bastante... sumisilla y acaba la trilogía siendo una pasada. Cada vez que veo las películas pienso que habría sido maravilloso haber interpretado a Elizabeth. Tiene sus pegas, claro, pero para mi yo de antes (y de ahora) es más que suficiente. Y Will es un sol. Es el que menos me gusta del trío pero también estará siempre en mi corazón. Era gracioso porque de pequeña yo prefería a Jack y todas las niñas de mi clase preferían a Will porque era más guapo. Podría hablar del resto de personajes que me han marcado (ejemBarbossaejem), de la banda sonora que no me cansaré nunca de escuchar o de la historia que tan buenos momentos me hizo pasar. No es broma cuando digo que me sé los diálogos. Piratas del Caribe me enseñó que podía luchar por lo que creía y que los prejuicios no son buenos, amigos.
El señor de los anillos
Es cierto que esta ya me pilló un poco más mayor (igual estaría en primero de la ESO, no lo sé) pero fue un cambio drástico en mi existencia. Yo desde siempre decía que no quería verlas porque no me gustaban. Solo había visto un trozo del ojo de Sauron y decidí que no eras mi típo (ya habéis visto las anteriores, amor y aventuras). Mi tía le dejó las películas a mi padre y una noche que no teníamos nada mejor que hacer decidimos mi madre y yo verlas. Cambió mi vida. Me vicié tanto que cada noche le pedía continuarla (porque la pusimos para cenar y yo tenía que acostarme pronto, así que veíamos poco cada noche). Hasta que mandé a mi madre a tomar un poco de viento y me las vi yo. Y mi vida cambió. Me veía escenas cada dos por tres, me aprendí diálogos, me leí los libros... Yo había leído fantasía, había visto películas de fantasía, pero nada así. Aragorn se convirtió en mi otro crush (otra vez no coincidía con el resto del mundo, Legolas le gustaba a mis amigas porque era más guapo. Parece que tengo algo contra Orlando Bloom pero no es así). Nunca me olvidaré viendo la batalla del Abismo de Helm y descojonándome viva (y mi abuela en plan «qué haces niña») por las bromas de Gimli o los comentarios de Legolas o porque se caían las escaleras y los orcos se espachurraban en el suelo. Así de simple soy. No sé, me abrió los ojos a otro mundo (ideal).
High School Musical
No podía irme sin mencionar la saga de mi adolescencia. Me recuerdo en mi casa con una amiga viendo el estreno de la segunda parte y gritando con el final. Quizá fue más fangirleo que otra cosa pero las canciones, ay las canciones. Aunque entonces no lo pensara, hay representación en su medida. Chad es mi vida y Sharpay también. No sé, la primera fue una película que hablaba de teatro, eso me encantó. No sé qué decir de HSM porque es algo que llevo tan dentro que, no sé.
Coincidimos totalmente en Por siempre jamás. Recuerdo que fui a verla con mi prima al cine y salimos las dos hechas un mar de lágrimas.
ResponderEliminarUn beso ^^