Reseña: Deuda de espíritu (Vampire Academy #5)

¡Hola!
Vuelvo con las reseñas de los libros de Vampire Academy, esta vez del quinto libro.

Título: Deuda de espíritu

Título Original: Spirit Bound

Autor: Richelle Mead

Editorial: Alfaguara

Número de páginas: 508 páginas

Saga: Vampire Academy #5

Tras un largo y arduo viaje a la ciudad natal de Dimitri en Siberia, Rose Hathaway regresa por fin a la Acade­mia St. Vladimir. Allí retomará su vida como estudiante y volverá a ver a su mejor amiga, Lissa. La graduación se acerca y las chicas no pueden esperar a que su vida real comience más allá de las puertas de hierro que cierran la academia. Pero, pese a las nuevas ilusiones, el corazón de Rose todavía sufre por Dimitri; ella sabe que sigue ahí, cerca, en alguna parte.
Rose falló la primera vez que tuvo la oportunidad de matarlo y sus peores miedos están a punto de hacerse realidad. Dimitri ha probado su sangre y tratará por todos los medios de dar caza a Rose. No parará hasta que ella se una a él... para siempre.

Reseña del primer libro:  Vampire Academy
Reseña del segundo libro:  Sangre Azul
Reseña del tercer libro:  Bendecida por la sombra
Reseña del cuarto libro:  Promesa de sangre

No contiene spoilers de la saga salvo en las partes indicadas.

Este, sin duda, ha sido el libro que más me ha hecho de fangirlear de toda la saga. No puedo decir que ha sido el que más me ha gustado porque ha habido partes que no me convencían.
Volvemos con Rose a la Academia. Los primeros capítulos me gustaron a partes. Había párrafos que me enganchaban y luego pasaban a párrafos que me aburrían. Eso sí, me encantó volver a ver a Rose interactuar con personajes como Lissa, Adrian o Christian. Sobre todo este último. El resto sigue una continuidad un poco pausada, ahora explico por qué digo eso: tenemos la línea argumental y los hechos de Rose y Lissa pero se intercalan con momentos y escenas que, bueno, a la larga pueden tener relevancia pero en ese momento se me hacían pesadas.

A parte de eso, el argumento me gustó mucho más que el cuarto. La primera mitad es un poco "obvia". Tampoco es predecible pero se sabe que de una forma u otra va a pasar, pero es bastante interesante. Llegados a un punto a mitad del libro, aproximadamente, yo ya no sabía que más podía pasar. Todo estaba revolucionado. El final ya fue demasiado para mí, ese último descubrimiento (bueno, los cuatro últimos capítulos, aproximadamente), me encantaron porque la saga da un giro tremendo.

Este libro lo leí más ágilmente que el anterior, para mí tiene mejor ritmo pero también hay que tener en cuenta que el libro anterior fue el que menos me gustó de la saga.
Podemos ver claramente dos partes en el libro, separadas por un suceso muy relevante. La segunda parte me gustó más que la primera, pero hay sucesos de la primera parte que destacaría mucho.

"Esa ley es una puta mierda como una casa"

La acción destaca sobre el romance en esta entrega, como en las anteriores. Eso sí, el amor de esta entrega es diferente, los personajes evolucionan y también lo hace sus relaciones amorosas. Pero en general, hay mucho menos romance que en el libro anterior, pero tampoco mucha más acción. Es un libro más maduro, manteniendo ambas cualidades pero añadiendo otras como la intriga.

Parte con spoilers de libros anteriores de la saga

Ahora voy a hablar de los personajes. Rose muestra una evolución bastante notable. En el libro anterior ya vemos algo, pero las partes de la segunda mitad, cuando está con Dimitri difuminan ese cambio. Aquí se le ve claramente. Es más madura, más consciente y parece que más malhablada. Lissa... sinceramente, no veo signo de maduración en ella. Sí, en estas entregas es más madura que en las anteriores pero sigue sin convencerme. Christian, ¡espabila! Desde lo que le pasa a él y a Lissa está más tontico de lo habitual. Me sigue gustando mucho este personaje, pero pierde un poco de protagonismo y lo gana Adrian, que también cambia bastante. Al principio no me di mucha cuenta pero tirando al final ya me fui fijando. Sigue teniendo muchas reacciones típicas suyas pero está más "flojillo" comparado a como es él en Sangre Azul, por ejemplo.

Fin de los spoilers

Y por último, Richelle cambia la forma de narrar, es más madura -al ser un libro en primera persona debe seguir la línea del personaje- y es más oscura. Eso está bien, nos saca de la burbuja de los primeros libros.

Deuda de espíritu me ha gustado muchísimo pero había escenas que me dejaban muy indiferente. Los personajes cambian, son más maduros. Es un libro que engancha mucho y sorprende, sobre todo.

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